Cómo nos vemos?

Estuve hablando con mi amiga Sandra (un cuerpo espléndido) acerca de cuando nos íbamos a ver y de lo bien que nos habíamos enganchado, cuando surgió la sombra de la duda...Sandra me preguntó si a veces no sentía cierto ridículo al montarme... La verdad es que si, a veces lo pienso, incluso uso una palabra más cruel: Patético (aunque tal vez sea más por el impacto emocional de reproche y culpa que por su significado). Pero ciertamente una no es ni ridícula, ni patética. Es una estúpida atormentada por rigideces anacrónicas de una sociedad que prefiere simplificar y repetir esquemas rígidos para no pensar en tomar su vida en sus propias manos y hallar el pequeño espacio de felicidad y paz que todos nos merecemos (pero muy pocas buscamos).

Cuando nos montamos buscamos parte de ese espacio de serenidad, y buscar estar mejor no es ridículo, todo lo contrario. Es esforzado, mágico, glorioso y embriagador.

La teoría de la Amante, la del espejo dinámico y otras pueden explicar cosas acerca de porqué este camino y no otro, pero la explicación alcanza?, sirve?...Personalmente creo que es irrelevante. Se es feliz o no; no hay alternativas o medias soluciones, y las explicaciones no consuelan.

No me voy a poner en filósofa, prefiero la acción. Una manera de terminar con los fantasmas del estereotipo es la de la mejora estética: vernos mejor es sentirnos mejor. Hay que cuidar el aspecto, la imagen que se proyecta es la que vuelve para bien o para mal. Yo estoy tratando de bajar de peso (voy adelantada pero tengo que ir al gimnasio), eso va a hacer que la ropa me caiga mejor, me voy a sentir mejor.

Mejorar nuestro vestuario es también importante. No es lo mismo sentirse segura y sensual con portaligas, corsé de encaje y un vestido sentador, que ponerse lo primero que encontré o lo que tenía entero y limpio.

Manejar el amquillaje es también importante. Como dice Andreita como principiantes nos maquillamos tan mal que parecemos payasas o mujeres de vida ligera (que fina no?). Las técnicas, las combinaciones de colores son asuntos a los que una debe prestar atención.

Otro asunto estético es el vello. No voy a censurar a quien le gusta, pero yo lo detesto. Desde que me depilo, y aún me faltan las piernas, me siento más cómoda, más fresca. La ausencia de vello reduce la retención de la transpiración y su olor es menos persistente; de corazón se los recomiendo.

No les voy a dar la lata, en otro momento les seguiré contando de mis charlas con Sandra. Por ahora es bastante. Solo una cosa más: ser feliz no es gratis. Nadie te va a dar permiso o te va a allanar el camino; la felicidad es un camino complejo y largo pero cada paso bien dado es tan hermoso que vale todo el esfuerzo.

Besos y alegría, que se viene la moda de invierno...Compraron la Para Ti????